Al empezar este artículo, he sentido un poco de complejo de “Aramis Fuster”, dando las predicciones para el próximo año, en estas fechas, que cuando queremos recordar estaremos comiendo los turrones. Pero esta predicción es real, hecha desde el campo de la informática y más específicamente desde lo que se ha denominado HPC, High Performance Computing, Computación de Alto Rendimiento o Cálculo Científico, del que nuestra empresa Sistemas Informáticos Europeos, es especialista.
Cuando la consultora Gartner Group, predijo que en el horizonte 2020, nuestros investigadores estarían exigiendo exaflops para sus cálculos, a todos nos costó creer esta predicción. Sobre todo porque suponía pasar de unos pocos Pflops, que ofrecían los centros de cálculo, a multiplicar por 1.000 esta cifra. Estamos hablando, ni más ni menos, que de un billón de billones de cálculos por segundo.
Tan solo en el 2008, empezó a funcionar la computación Petascale, es decir, en el orden de Pflops. Esta nueva frontera es de Exascale.
Sin embargo, las predicciones se quedaban cortas. Para el primer trimestre del año que viene, SIE lanzará de la mano de Gigabyte, una plataforma, que nos permitirá obtener hasta 0,5 Exaflops en una única máquina y con conexión Mellanox Infiniband o Intel Omnipath a 100 Gb/s, podremos alcanzar el Exaflops con solo dos equipos.
De hecho, SIE lanza este mes los equipos basados en la versión PCI de las nuevas tarjetas NVDIA Volta V100, que ya están disponibles y ofrecen hasta 120 Tflops.
La informática nos sorprende una vez más y el avance exponencial que en los últimos años, están realizando compañías como NVDIA, Mellanox, Intel, Gigabyte, etc, nos dejan sin palabras.
Parece increíble, pero es cierto. Ya se nos había dicho, que en menos de 10 años, el mundo cambiaría más que en el último siglo y parece que va a ser verdad. Si Alan Turing, levantara la cabeza, se moría de nuevo del susto. Vaya desde aquí, nuestro reconocimiento al padre de la informática moderna, famoso por haber descifrado los códigos secretos nazis contenidos en la máquina Enigma y que murió en el ostracismo por su homosexualidad en 1952, después de salvar, se estima 14 millones de vidas en Europa. Si no la han visto, no dejen de ver la película The Imitation Game (Descifrando Enigma), con una actuación estelar del actor inglés Benedict Cumberbatch.
Pero volvamos al tema que nos ocupa. Esta nueva potencia de cálculo, abre unas posibilidades casi infinitas al campo del Deep Learning y Machine Learning y permite soñar en un nivel de investigación en cuestiones como el cáncer, la conducción autónoma, imagen médica, el reconocimiento de patrones en imágenes, etc, que nunca hubiéramos podido soñar.
Señores, abróchense el cinturón, porque para el 2030, se habla ya de cientos de Exaflops y avances que no hubiéramos podido imaginar hace solo 10 años.
Sin embargo, todo esto que parece tan moderno, data de los años 40. En aquella época, la teoría de redes neuronales y sus algoritmos había ya sido propuesta, pero no había equipos que la pudieran ejecutar con eficacia y han tenido que esperar más de medio siglo para ver la luz.
Finalmente el 2018 (con dos años de adelanto), será el año del Deep Learning, el Machine Learning y el Big Data, como nunca lo hemos conocido.
Por poner un ejemplo, la sonda espacial Gaia, de la Agencia Espacial Europea, que fue lanzada en el 2013, donde Universidades Españolas están involucradas, nos enviará millones de Gigabyte de información y obtendrá un catálogo de aproximadamente mil millones de estrellas, que por supuesto posteriormente habrá que analizar con soluciones de Big Data.
Otro ejemplo, las cámaras hiperespectrales (que son capaces de fotografiar desde el espectro infrarrojo al ultravioleta), generan en vez de la clásica imagen RGB (de 3 posiciones), mil posiciones por punto, con su correspondiente escala de valores. Gracias al análisis en tiempo real en HPC, podremos visualizar durante una operación de cáncer, que zonas tienen tejido dañado u obtener en tiempo real reconocimiento de objetos fotografiados desde el aire, que supone una anomalía.
Para terminar, antes del 2020 tendremos la nueva red 5G. Operadores multinacionales como Telefónica oVodafone, ya están trabajando en ello. El fenómeno denominado IoT (Internet of Things o Internet de las cosas), permitirá que los dispositivos hablen entre ellos.
Actualmente hay 7000 millones de dispositivos conectados a la nube a nivel mundial. Se espera que con el auge del IoT haya 20000 millones de dispositivos conectados en el 2020 y la previsión para el 2025, es de 100000 millones de pequeños aparatos conectados a Internet.
Para este nuevo fenómeno, será necesario un análisis de Big Data en tiempo real. Por dar un caso práctico, los coches de conducción autónoma, no solo llevarán sensores propios, sino que se comunicaran en tiempo real y de forma autónoma, con semáforos, señales de tráfico, paneles luminosos, servicios de predicción meteorólogica, parking, balizas de velocidad, etc (generando decenas de Gigabytes de información a la hora) y veremos una red con una latencia de menos de 10 ms y velocidades de cientos de Mbyte por segundo.
Los sistemas en la nube, recibirán todos estos datos y los analizaran en tiempo real, para permitir que los accidentes de carretera sean una cosa del pasado (en España, todos los años, los accidentes de carretera matan más personas que las enfermedades cardiovasculares).
Se abre una era que hay que reconocer da un poco de vértigo, pero que desde SIE nos parece trepidante y que nos llena de alegría poder vivir desde el mundo del HPC
Raul Diaz
Project Manager
Sistemas Informáticos Europeos